Interrail es un billete de tren, que te da derecho a coger todos los trenes "normales" en el área de validez del mismo. Hay distintas modalidades de interrail (con distintos precios) dependiendo de la edad que tengas a la hora de salir, de los días que vayas a viajar, o de los países que vayas a visitar. Como es un billete de tren, se compra en cualquier estación de trenes de largo recorrido, y desde hace poco tiempo también en algunas agencias de viaje.
El billete te da la libertad de escoger el itinerario que deseas hacer. Esto quiere decir que, en ningún caso, el interrail lleva itinerarios prefijados. Eres tú mismo, en función de tus intereses y tu espíritu aventurero, el qué decide dónde, cuándo y cómo quiere viajar, sin más límite que la longitud de las vías de tren y los horarios y enlaces ferroviarios. Con los nuevos cambios y la segmentación del billete por países, se hace más conveniente prefijar un cierto itinerario base para tener claro el tipo de billete y su duración y, en función de lo que nos vayamos encontrando, variarlo a nuestro antojo.
Podemos recorrer la mayoría de países de Europa, de ciudad en ciudad con la ventaja de llegar al casco urbano donde se suelen ubicar las estaciones de tren importantes. Podemos visitar las grandes capitales europeas y los pueblos recónditos porque el tren, en Europa, llega a casi todas partes. Y todo esto lo podemos hacer por relativamente poco dinero, poquísimo si lo comparamos con otras opciones de viaje, reduciendo al máximo el coste base de cualquier viaje: el transporte. Por supuesto que se puede hacer un interrail de lujo, de hecho, ahora es posible viajar en primera clase con el billete, y nada te impide reservar buenos hoteles cuando llegues a tu destino. Sin embargo, por tradición, interrail es un viaje de mochileros, de jóvenes -de edad y/o espíritu- que exprimen al máximo sus recursos venciendo las dificultades de presupuesto con las ganas de conocer a otros europeos, la quinta esencia del low cost aplicado al viaje.
Otra de las mutaciones más importantes que ha sufrido el billete es la posibilidad de usarlo pocos días, de acuerdo con la evolución de los gustos viajeros de la gente de hoy en día, pudiendo perfectamente usar el interrail como base para conocer zonas concretas en pocos días, en puentes, en pequeñas vacaciones. Ya no hace falta estar un mes fuera para sacarle el jugo al billete (aunque, evidentemente, es mejor estar un mes viajando), lo que abre un abanico enorme de posibilidades a interrail.
Para más información puedes ingresar en: http://espanol.interrail.eu/enes/
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